La historia de los cítricos
- Sergio L. Marrugo
- 11 jun 2021
- 8 Min. de lectura
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Los cítricos son de los frutos más conocidos y disfrutados en el mundo entero. Sus aromas son variados, al igual que sus colores y sabores. Están presentes en la cocina, la cultura, la industria cosmética y de alimentos, en la producción de medicamentos y en otras esferas de nuestras vidas cotidianas. El cultivo de los cítricos tiende a ser rentable económicamente y en la actualidad se encuentran cultivadas 14 millones de hectáreas en el mundo entero, es decir, un área que cubriría la mitad de Italia. Sus principales productores a nivel mundial son la China, Brasil, India, México, España y Egipto.

Muchos estudios muestran que los cítricos son una buena fuente de nutrición en nuestras dietas, contienen cantidades importantes de vitaminas C y B6, macronutrientes y minerales, además, contienen gran cantidad de sustancias conocidas como metabolitos secundarios, algunos con acción antioxidante (carotenoides y ácidos fenólicos, entre otros) resultando beneficiosos para el organismo.
Como las características nutricionales son bien conocidas en este grupo de plantas y pueden ser consultadas a lo largo y ancho del internet, en esta entrada haremos un viaje para conocer la historia de este género de plantas, un cuento lleno de relaciones de parentesco complicadas del cual la ciencia apenas ha logrado descifrar un panorama más completo al respecto.
ORIGEN Y EVOLUCIÓN DE LOS CÍTRICOS
Viajaremos al pasado hasta hace aproximadamente 8 millones de años (MA), a un periodo de la historia de la tierra llamado el Mioceno, que estuvo marcado por el levantamiento de sistemas montañosos como la cordillera de los Himalayas en el sureste asiático. Precisamente de este periodo se encontró la primera evidencia fósil de una especie de cítrico correspondiente al género Citrus, llamada Citrus linczangensis en la provincia de Yunnan al sur de la China.

Los cambios climáticos de este periodo crearon condiciones más secas a nivel global. En el hábitat de C. linczangensis se manifestaron cómo una perdida en la intensidad de los monsones del sur de Asia. Se piensa que esto promovió la diversificación rápida de los cítricos; es decir, que se generaran nuevas especies en relativamente poco tiempo.
Para lidiar con extensas temporadas de sequía, los cítricos desarrollaron diferentes adaptaciones. Por ejemplo, las cascaras de los frutos y las hojas de los cítricos se volvieron más serosas para evitar la pérdida de agua. Sus raíces son de tipo superficial para aprovechar todos los episodios de lluvia y su metabolismo en general se redujo para hacer un uso más eficiente del agua en tiempos de escases.
Ya para el periodo conocido como el Plioceno hace 4 MA, los cítricos del género Citrus y sus otros géneros asociados (Fortunella, Clymenia, Eremocitrus, Microcitrus, Ponicirus y Oxanthera) habían migrado y colonizado tierras del el archipiélago sudeste del océano indico, el archipiélago de Bismarck, Nueva Guinea, Nueva Caledonia entre otros archipiélagos del océano pacifico.

Inclusive llegaron hasta el noreste de Australia, continente en el cual se tienen 8 especies conocidas como limas del desierto y fingerlimes, ampliamente usadas en la cocina aborigen australiana y que ahora se encuentran haciendo su entrada en la cocina gourmet.

PROCESO DE DOMESTICACIÓN DE LOS CÍTRICOS
La historia del uso de los cítricos por parte de las civilizaciones humanas se remonta a varios milenios en el pasado, con evidencia de semillas fósiles en la antigua babilonia que datan de 4000 años atrás. Sin embargo, el proceso de domesticación de estas especies es más reciente y se piensa que comenzó en el lejano oriente hace más de 2000 años.
Las especies de cítricos sufrieron muchos cambios anatómicos y fisiológicos derivados del proceso de domesticación, pero antes de entrar al detalle de estos es importante saber que los cítricos pueden generar híbridos interespecíficos; es decir, producen descendencia entre dos padres de diferentes especies, algo así como lo que ocurre cuando una yegua es apareada con un burro resultando en el nacimiento de una hija mula.
Actualmente se tiene la hipótesis de que hay tres especies de cítricos quienes dieron origen a la inmensa mayoría de especies cultivadas mediante procesos de hibridación; estos son los pomelos (C. maxima) las mandarinas (C. reticulata) y el citrón (C. medica).
De izquierda a derecha. Pomelo (C. maxima), Mandarina (C. reticulata) y Citrón (C. medica)
Usando análisis genéticos comparativos que emplean las secuencias de los genomas de las especies de cítricos conocidas, se descubrió que el limón (C. limon) es en realidad un hibrido entre el citrón y la naranja agria (C. aurantium) quien a su vez es un híbrido entre pomelo y mandarina. De forma similar, lo que conocemos como naranjas dulces (C. sinensis) son el resultado de varias rondas de hibridación entre mandarinas y pomelos.

Esta particularidad de los cítricos ha sido la razón por la cual no se sabe a ciencia cierta como clasificarlos en términos de biodiversidad, algunos autores proponen 160 especies y otros solamente 10 especies pertenecientes al género Citrus.
Por otra parte, en términos generales a lo largo de su historia de domesticación, los seres humanos han seleccionado y favorecido variedades de cítricos que presentan frutos con buen sabor, menor cantidad de semillas, alta productividad y fácil propagación asexual.
En cuanto al sabor, muchas variedades de cítricos que consumimos hoy en día han sido seleccionadas para disminuir la acumulación de ácido cítrico en los frutos, haciéndolas dulces o menos ácidas cuando se comparan con las especies silvestres. Esto obviamente no aplica para limones y limas quienes se piensa que fueron domesticados inicialmente por su fragancia.
Al mismo tiempo, la domesticación de los cítricos provocó cambios importantes de los rasgos reproductivos de estas especies, en este caso se favorecieron variedades que pudieran ser reproducidas asexualmente, para propagar con rapidez las plantas con las características deseadas, usando injertos o esquejes.
En cuanto a reproducción asexual se trata, los cítricos van un paso más adelante puesto que sufren un proceso llamado apomixis. En la apomixis las semillas de estas plantas no son producto de la fertilización con el polen de otra planta, sino que son un clon de la planta madre.
Además, la producción apomictica de semillas en los cítricos está acompañada de otra particularidad llamada poliembrionía. Como su nombre lo indica, es la producción de múltiples plántulas a partir de una sola semilla, cuando la norma es que se produzca una única planta por cada semilla que germina.
Lastimosamente el proceso de domesticación de cualquier especie tiende a eliminar variantes beneficiosas de sus genes de forma no intencionada, en ocasiones esto puede afectar negativamente la supervivencia y la reproducción del organismo domesticado.
En los cítricos el proceso de domesticación conllevó algunos efectos secundarios indeseados. Por ejemplo, la mayoría de especies cultivadas son susceptibles a la enfermedad de Canker la cual produce necrosis en las hojas y los frutos, mientras que los parientes silvestres son resistentes a esta y otras enfermedades que impactan el cultivo de los cítricos.

Debido a un proceso similar se han encontrado que las especies cultivadas de cítricos no producen o producen poca cantidad de pigmentos como las antocianinas, las cuales funcionan como antioxidantes en la dieta humana. Se cree que esto es causado inicialmente por una mutación en un gen llamado citAN1 el cual afecta la acumulación de ambos, el ácido cítrico y las antocianinas en las células de los frutos cítricos. Al seleccionar por naranjas dulces los humanos removieron a las antocianinas de la ecuación sin desearlo.
LA RUTA DE LOS CÍTRICOS
Hasta ahora sabemos que los cítricos se originaron en el sudeste asiático y en el piedemonte de los Himalayas. En la actualidad, se los puede encontrar en todos los continentes gracias a la comercialización que han tenido por parte de las civilizaciones humanas desde épocas milenarias.
Paradójicamente el inicio de “la toma del mundo” por parte de los cítricos no fue mediante el transporte y venta de los populares limones o naranjas, sino que empezó con la comercialización del citrón, una especie que es relativamente poco cultivada en el presente, al menos en las Américas.
Se piensa que el centro de origen del citrón fue el piedemonte de los Himalayas en la India. Sin embargo, fueron los persas quienes lo cultivaron más extensivamente. De allí su nombre, Citrus medica, haciendo referencia a la antigua Media, región que actualmente es parte del oriente medio.
El citrón era un producto lujoso reservado para las élites y era utilizado por sus propiedades medicinales, como antídoto contra el envenenamiento y para extraer los aceites esenciales exquisitos de su cascara.

Sin embargo, la primera evidencia confiable de la llegada del citrón a la zona del mediterráneo pertenece a granos de polen fósiles encontrados en lo que fue un jardín real persa en el sitio llamado Ramat Rahel en Jerusalem y datan del siglo V y IV a.d.C. Esta evidencia palinológica (de polen) es importante ya que confirma que esta planta fue cultivada en la zona, mientras que los restos de frutos y semillas pudieron haber sido transportados largas distancias por la gente.
Ya para los siglos I a.d.C y I d.C, se tiene evidencia del cultivo del citrón en Oplontis, un sitio arqueológico romano cercano a Napoles, sugiriendo que su uso debe remontarse a épocas aún más antiguas.
A medida que el citrón se iba adentrando en la cultura romana, este fruto empezó a ser mencionado en textos escritos como “De Causis Plantarum” de Teofrasto en el año 310 a.d.C en donde se explicaba que este árbol tenía la capacidad de cargar los frutos durante varias temporadas y por lo tanto se le empezó a considerar como un símbolo de eterna primavera y fertilidad. También, fue mencionado en obras de teatro como “filósofos en la cena” de Ateneo en el siglo III d.C, exaltando su aroma, rareza y propiedades medicinales.
Asímismo, para el siglo I d.C, el citrón ya era una de las cuatro plantas simbólicas empleadas por los judíos en la celebración anual del festín de tabernáculos.

Después del citrón llegaron rápidamente a la civilización occidental los limones, cuyos primeros vestigios de uso y cultivo en la zona del Mediterráneo se encontraron en Roma, alrededor del siglo I a.d.C y el siglo I d.C. No existe evidencia directa de las razones de su uso, pero inicialmente se cree que llegó a Europa como un producto para las élites y luego se incorporó como un elemento importante en la cocina.
Mucho más tarde a partir del siglo X se incorporaron a la escena occidental las naranjas agrias, la cuales se originaron al sur de China. Estas fueron introducidas principalmente por los árabes en Persia, Siria, Egipto y luego en el norte de áfrica, Cerdeña, Sicilia y España, esta vez como un cultivo comercial.
En el siglo XI y XII se tiene la primera evidencia de la llegada de las limas (C. auratifolia) a Egipto desde su punto de origen en los trópicos de Malasia. Al mismo tiempo los pomelos eran introducidos por los árabes en el sur de España, específicamente en Sevilla. Un poco más tarde en el siglo XV los genoveses llevaron a Europa las naranjas dulces.
Por último, a pesar de que las mandarinas fuesen una de las especies originales de cítricos, apenas fueron introducidas en Europa en el siglo XIX, más exactamente llegaron a Gran Bretaña desde la China y de allí fueron enviadas a Italia en donde su cultivo se popularizó.
El resto de la historia es conocida. Los colonos Europeos se encargaron de distribuir a los cítricos en todas las regiones del mundo aptas para su cultivo y nuevas variedades fueron creadas en las zonas adonde se introdujeron estas especies. No obstante, nuestro agradecimiento por tan deliciosas y útiles frutas debe ser dirigido principalmente hacia las culturas orientales quienes hicieron la ardua labor de domesticarlos durante decenas de generaciones.
BIBLIOGRAFÍA.
Langgut D. 2017. The Citrus Route Revealed: From Southeast Asia into the Mediterranean. HortScience. 52(6): 814-822.
Wu GA, Terol J, Ibanez V, et al. 2018. Genomics of the origin and evolution of Citrus. Nature. 554, 311-316.
Rao MJ, Hao Z & Xu Q. Genomic insights into citrus domestication and its important agronomic traits
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